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LA FAMILIA SINEM

ALIANZAS NECESARIAS

RECORTE DE PRESUPUESTO

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La familia del SINEM se verá afectada por el recorte de presupuesto en cultura 

  • Existen 44 SINEM y 10.000 jóvenes se benefician del programa que consideran una familia en riesgo.

 

Cuando el reloj se aproximaba a las 6 pm, el edificio empezó a llenarse de ruidos, primero de pasos, luego de conversaciones y conforme pasaban los minutos los sonidos de violines, flautas y platillos inundaban cada rincón. En una pequeña mesa tomaban café con pan dulce, el director del SINEM de El Carmen de Goicoechea, Daniel Cambronero, con varios estudiantes, entre ellos Celia Martínez de 21 años, que participa en el proyecto desde sus inicios.

 

El Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM) ha creado 44 programas de música en las siete provincias que benefician a cerca de 10.000 jóvenes. En El Carmen el proyecto cumplió cinco años y cerca de 130 estudiantes llegan a clases de instrumentos de orquesta, lectura musical, ensambles, camareta avanzada y de  banda.

 

El proyecto inició en 2007 durante la administración de Óscar Arias para fomentar la educación musical en comunidades de riesgo y ayudar al desarrollo cultural. Los programas inician con el aporte de instrumentos y pago de profesores por parte Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).

 

 Los SINEM son verdaderas familias que han crecido por la ayuda de las mismas comunidades, pero todavía dependen del apoyo estatal, un apoyo que está en peligro por el recorte de ₡4.421 millones para el MCJ.

Josué Ruíz

Marisol Campos

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El SINEM es una segunda casa para los estudiantes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Galería (ponga el cursor sobre la imagen) 

 

En el SINEM los estudiantes se consideran una familia que comparte los momentos difíciles y que practica el apoyo mutuo para aprender. Celia, conocida como Chela, toca la batería y para ella “lo que se quiere es que todas las personas tengan accesibilidad a la música y que por medio de la música usted cree una base moral y ética”.

 

Mientras todos preparaban los instrumentos para el ensayo, un niño de cabello castaño, de grandes ojos y silencioso seguía a los estudiantes, sus ojos curiosos se posaban en todos los instrumentos y personas. Ignacio Ávila, conocido como Nacho, tiene 11 años, toca el clarinete y asiste a todos los ensayos de la orquesta, porque quiere perfeccionar su técnica y entrar en ella. Sus dos hermanos mayores, Paula de 13 años y Marcelo de 19 años, están en la orquesta y la aspiración de Nacho es tocar con ellos.

 

Las historias cambian según cada programa, en Coto Brus, cerca de la frontera con Panamá, 90 estudiantes reciben clases de jazz, orquesta y guitarra clásica. En ese SINEM han hecho alianzas con grupos juveniles de Chiriquí en Panamá y crearon orquestas binacionales, que se han presentado en Coto Brus, Paso Canoas y en Panamá.

 

En Coto Brus el programa solo tiene un profesor, Gersan Arias Picado, que estudió música en Heredia y quiso regresar a su cantón para iniciar el SINEM. Para él “Coto Brus, al ser zona limítrofe con Panamá, es una región donde hay mucha problemática de drogas. El programa SINEM se convierte en una herramienta para fortalecer los valores de los muchachos, en ocupar el tiempo en cuestiones positivas y que a la vez les ayuda a evitar problemáticas como la drogadicción”.

 

En El Carmen el ensayo empezó, en un salón de la planta baja varios muchachos se acomodaron uno muy cerca del otro y tocaron Danza Húngara de Johannes Brahms. Chela, al ser una de las mayores del programa, ayudaba a los estudiantes cuando se equivocaban y les explicaba la manera correcta. “En las universidades no hay tanto ese sentimiento de ayudar a los demás, que si es una características de la gente del SINEM”.

 

Mientras tocaban, el director, Daniel Cambronero Gómez, estudiante de la Instituto Nacional de Música, bailaba como si fuera un barbudo y barrigón húngaro. “Ver como los muchachos que tiene talvez más años o más nivel toman esa bendición y le ayudan a los demás y son un gran apoyo para uno, es trabajo en equipo, solidaridad”.

 

Los miembros del SINEM con buen nivel musical pueden entrar en las orquestas sinfónicas Manuel María Gutiérrez, Julio Fonseca y la Infantil Carmen Lyra. Para Chela “en el SINEM no se busca crear músicos, esa no es la idea, ya que es un programa social, cultural, pero de aquí salen muchos buenos músicos”. 

Programas SINEM en el país y sus contactos

 

Mientras en la planta baja los jóvenes tocaban, el otro piso estaba vacío. Kathia y Francisco, dos padres de familia y miembros de la asociación de El Carmen, conversaban en una mesa plegable. Fungían como vigilantes de la entrada y de los instrumentos.

 

Muchos de los SINEM del país iniciaron en la escuela de la comunidad o en la parroquia. El MCJ aporta una dote inicial de instrumentos y profesores, pero con la ayuda de asociaciones de padres, municipalidades y entes privados han logrado crecer y fortalecerse. Pero solo existen convenios de asociaciones privadas firmados con ACOSIMAPLA (SINEM El Carmen) y con ASEMPA (SINEM  Pavas).

 

“Se paga el local, la luz, el agua. El SINEM solo pone 3 profesores, los otros 11 los paga la asociación y también se compran instrumentos”, explicó Francisco Gamboa, miembro de ACOSIMAPLA. El apoyo es necesario para poder desarrollar los diferentes tipos de programas SINEM: Programas de Escuelas de Música, Programas Orquestales y Programas Especiales (Música con Accesibilidad para Todos (MAT)), así como el programa Crecer con la Música (CCM).

 

En el SINEM de Nicoya, donde se benefician 300 niños, se ha recibido apoyo de la municipalidad para el uso de las instalaciones. “Del gobierno el pago de profesores y el préstamo de instrumentos, nada más (…) Nosotros tenemos que ver como subsanamos gastos propios de la escuela”, aclaró Abraham Guevara, administrativo del SINEM de Nicoya.

 

El MCJ ha logrado firmar convenios con seis municipalidades y cinco empresas. Pero desde el ministerio existe una preocupación por la fiscalización del uso que se hace de los instrumentos del gobierno, así se desprende del Informe de Gestión SINEM 2010-2014 del MCJ.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Convenios firmados con municipalidades y empresas (Fuente: Informe de Gestión SINEM 2010-2014)

 

Si bien solo existen 13 convenios firmados, otros programas reciben ayuda de asociaciones locales. “Todo lo que tiene que ver con servicios públicos lo paga la asociación, la contratación de la secretaria, la asociación y el salón lo cubre la municipalidad”, explicó Arias, profesor del SINEM de Coto Brus.

Alianzas necesarias para el crecimiento de los programas

 

 

Mapa Interactivo (ponga el cursor sobre el mapa)  

SINEM está en riesgo por recorte de presupuesto 

“Muchos profesores han renunciado de trabajar con el SINEM, cansados de esperar un reajuste salarial más decente (…) ni pensar en los recortes a futuro, si ya tenemos esa situación ahora, con recortes menos esperanzas”, comentó  Arias, profesor de SINEM Coto Brus.

 

El presupuesto original para el 2015 del MCJ se presentó en junio y era de ₡49.363 millones, luego  el Ministerio de Hacienda la redujo a ₡46.363 con la directriz 9H de contención de gasto. En julio, Hacienda hizo otro rebajo y lo dejó en ₡44.942 millones,  para un recorte total de ₡4.421 millones.

 

“Esta reducción afectaría principalmente los cinco programas de la administración central del ministerio: actividades centrales, Conservación del Patrimonio Cultural, Gestión y Desarrollo Cultural, Sistema Nacional de Bibliotecas y Desarrollo Artístico y Extensión Musical”, explicó Ileana Rojas, jefa del prensa de MCJ. Es decir, el programa SINEM se vería afectado directamente por el recorte.

 

El presupuesto del SINEM ha estado en aumento, pasó de ₡2.448 millones en 2012 a ₡3.358 millones en 2014. Pero el presupuesto no ha sido ejecutado en su totalidad, en 2013 el presupuesto era de ₡3.117 millones y se ejecutó ₡1.957 millones y el 77% del gasto fue en remuneraciones.

 

Gráfico interactivo (ponga el cursor sobre el gráfico)  

Fuente: Contraloría General de la República 

 

Los instrumentos se escuchaban al fondo, mientras  Daniel Cambronero expresaba sus preocupaciones por los recortes. “Se siente un tipo de inquietud, hablar de un cierre técnico es preocupante, ¿quién va a estar a cargo de todos nosotros?”.

 

Para los padres de ACOSIMAPLA el panorama no es tan preocupante. “Yo le voy a ser sincera, como aquí casi todo lo paga la asociación nos sentimos autosuficientes. Aquí los papás pagan buses, cuerdas, parte de los profesores, se paga las reparaciones de los instrumentos, la luz, el agua, el local, o sea, es muy poco el aporte que da el gobierno”, aseguró Kathia Segura, miembro de la asociación de padres.

 

El apoyo de la comunidad en varios SINEM no es suficiente y todavía dependen del pago de profesores e instrumentos del ministerio. “A nivel de solo comunidad es muy difícil mantener solos esos proyectos (…) una cosa es hacer todo el esfuerzo y otra es contar con los fondos”, explicó Arias.

 

El compromiso que tienen los miembros del SINEM con el programa es muy alto. Chela asegura que colaboraría con todo lo que pueda si el presupuesto se recorta en El Carmen, como lo haría una familia en tiempos de crisis económica.

 

“Hay que trabajar con lo que hay, si tenés dos violines, un piano y una flauta hay que ver cómo hacer una orquesta de 80 músicos o si necesitas una repisa, agarre la madera vieja y hágala”, concluyó Cambronero.

 

Mientras el ensayo llegaba a su fin, Nacho tocaba platillos imaginarios mientras reía con miembros de la orquesta. El programa fue una distracción para su familia, ya que perdieron a un hermano de 4 meses este año. Al otro lado del salón una señora con pelo negro  teñido de canas se concentraba en las últimas melodías de la noche. Lidieth Zuñiga va desde hace dos años a los ensayos de la orquesta, para escuchar a su nieta. “He visto cambios en mi nieta, ella está muy entusiasmada, cuando vamos a conciertos es muy bonito, me encanta estar aquí sentada escuchando”. 

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